Buenos Aires es como un amor antiguo. No un ex. Un amor antiguo.
Como alguien que me gustó hace tiempo (e idealicé), pero nunca llegamos a nada.




Un día del 2015, me vine de vacaciones a Lima y a Buenos Aires nunca volví. Decidí olvidarme de él, dejar que se me pasara la fiebre, guardarme mi amor platónico.
Pero este año volví. Solo para jodérmelo fuerte (por fin) . Entre pasarla MUY bien y pasarla MUY mal, la pasé muy irreal: mi crush estaba tal cual lo había dejado, solo que ahora, tenía que meterle más plata a la sube.